La aviación es una de esas actividades que está en constante evolución y transformación, de lo simple a lo complejo, del imaginario a lo real, de lo convencional a lo digital, entre otras cosas, que distinguen este medio.
En sus inicios se exploró en diferentes campos y bajo diversas situaciones, hasta consolidar un dispositivo que logro sustentarse en el aire, y con el paso de los años, se fue posicionado en el contexto social, político y económico de las sociedades.
En ese trasegar se fueron posicionando diversas personas como factor humano relevante para el desarrollo de las operaciones aéreas, es así como la historia da cuenta que para el año de 1911 fue un hombre quien por primera vez desarrollo actividades vinculantes con el desempeño del tripulante de Cabina de Pasajeros, que en ese momento se denominaba “Cabin boys”.
Hasta el año de 1930, ninguna mujer desempeño esa profesión, sin embargo, por aquellas cosas de la vida, una enfermera de nombre Ellen Church, apasionada por la aviación, y quien por iniciativa tomo clases para ser piloto, vio frustrado su intento, pues la época y las tradiciones no daban cabida a la figura de una mujer como piloto de una aeronave.
Ante el rechazo a la opción de ser piloto por parte de la empresa Boeing Air Transport, Ellen le propuso a la empresa que se contratara la figura de un asistente de vuelo con características tales como enfermera y que pudiera dar atención a los pasajeros. Esto lo propuso, pues en ese momento era la figura del copiloto quien realizaba dichas actividades de atención a los pasajeros.
Ante la insistencia y tras varias reuniones la compañía vio viable dicha alternativa y por eso Ellen Church se convirtió en la primera azafata de vuelo de la historia.
Poco a poco se fue consolidando dicha figura en la aviación, a tal punto que desplazo al hombre de este cargo y se establecieron algunos requisitos tales como ser soltera, menor a 25 años y otras demandas en cuanto a estatura y peso.
Ya para el año de 1946 la compañía Iberia dio origen al trabajo de TCP y decidido incorporar nuevos profesionales en sus vuelos, con el dilema de establecer un apelativo que identificara a esta nueva forma de trabajo. Fue allí, cuando el señor Cesar Gomez Lucia, director general de Iberia, definió que el nombre adecuado era el de azafatas.
Hoy por hoy la participación de mujeres y hombres tiene una especial importancia en el desarrollo de la profesión de TCP, y cada vez con mayor fuerza se van posicionando como profesionales con altos conocimientos que indudablemente hacen y generan gran valor en las operaciones de las aeronaves.
Referente: https://escuelatcp.com/auxiliares-de-vuelo/
Tomado de: https://www.ngenespanol.com/traveler/la-primera-azafata-de-la-historia/